¿Compramos con la cabeza o con el ♥?
- Por María impulsiva.
- 22 feb 2016
- 3 Min. de lectura
LA TERAPIA DE COMPRAR A VECES RESULTA PLACENTERA A CORTO PLAZO CUANDO SE TRATA DE IMPULSOS Y ALTIBAJOS EMOCIONALES.
Generalmente, cuando pasamos por alguna situación frustrante, o estamos más sensibles de lo común y las cosas no nos salen como las planeamos solemos deprimirnos y buscar una escapatoria hacia un lugar que nos genere placer inmediato, como por ejemplo irnos al shopping. Esto nos ocurre al 80% de las mujeres cuando estamos pasando por esta situación en cualquier momento de nuestras vidas.
Se suele catalogarnos como compradoras compulsivas, ya que compramos cosas que no nos son necesarias en algunos casos, pero lo que no entienden las personas que nos juzgan, es que nosotras necesitamos todo lo que compramos. Desde todo tipo de prenda de ropa o zapatos hasta artículos de belleza o perfumes, u objetos para la casa, o collares y ropa para nuestras mascotas y hasta la más exótica variedad de té de cualquier parte del mundo o simplemente cualquier cosa que capte nuestra atención abarcando todas las opciones existentes. Esto para nosotras equivale a una sesión de terapia, ya que canalizamos nuestras angustias y ansiedades por el lado de la compra y logramos saciar ese hueco interior con estas cosas que adquirimos.

Este fenómeno día a día va creciendo junto con la variedad de opciones que tenemos a nuestro alcance y resulta una linda experiencia cuando hacemos esto para sentirnos mejor, pero lo que a veces no tenemos en cuenta es el después de esta compra loca, ya que en el momento no pensamos en cuanto estamos gastando porque nuestros números son más virtuales que reales en esos momentos y es lo que a veces a algunas de nosotras nos lleva a generarnos otra preocupación para canalizar de alguna manera más adelante. También existen otros casos en los que el dinero que se gasta no es un factor que preocupe, pero el resultado del placer a corto plazo también existe ya que esa satisfacción que tapaba alguna molestia desaparece de a poco y vuelve a surgir la inquietud. Tengamos mucho CUIDADO con esto, no arruinen el ritual de ir a comprar, solo por el simple hecho de comprar, hagámoslo con real deseo y aprecio por lo que vamos a incorporar a nuestras vidas.

Tengamos en cuenta que en base a la naturaleza que define a cada objeto, servicio o inmueble, se generaran ciertos disparadores que captarán la atención de cada uno de nosotros y los asimilaremos de forma distinta de manera tal que estaremos interesados o no dependiendo principalmente de las emociones o las necesidades que tengamos dependiendo en qué contexto de la vida estemos, y a veces estamos más vulnerables a lo que captamos directamente, pero hagámoslo con la inteligencia emocional, no nos equivoquemos y seamos tan impulsivos. Consumimos porque nos gusta lo que compramos, nos genera satisfacción y no es tan fácil reemplazar ese placer que nos genera. No está mal comprar, solo tengamos en cuenta nuestro contexto y situación personal.
Dejemos de lado la culpa y olvidémonos de sacarle las bolsas y etiquetas a todo lo que compramos para ponerlo en una sola y llegar a casa con una simple bolsita que no llama nada la atención, para después responderles a su pregunta de que si tu vestido es nuevo: “ves… que nunca me miras, este vestido es viejísimo!!” total no están muy al tanto del tema moda/marcas.
No nos sintamos mal por darnos un capricho cada tanto o bastante seguido, solo les recomiendo que compren conscientemente!! Y si tu marido se enoja por excederte un poco, comprale algo a él también y asunto arreglado! Seamos compradoras felices e inteligentes y aceptémonos como somos!! No hay nada mejor que disfrutar al 100% eso que tanto nos gusta y tomémoslo como un momento íntimo de satisfacer nuestro lado femenino en la vida cotidiana de estar en los detalles.
Por María Impulsiva.
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